Los antibióticos salvan vidas, pero los utilizamos demasiado y, con frecuencia, no lo hacemos para salvar vidas, sino que los utilizamos para tratar la gripe o criar gallinas. El resultado, afirma el investigador Ramanan Laxminarayan, es que las bacterias que atacamos se vuelven más resistentes y así, los antibióticos están dejando de tener efecto. Laxminarayan nos pide a todos, tanto a pacientes como a médicos, que reflexionemos sobre los antibióticos y su eficacia actual como un recurso limitado y que pensemos dos veces antes de emplearlos. Se trata de una perspectiva aleccionadora sobre cómo las tendencias clínicas globales pueden dañarnos.